"Cigarrillos mal Pensados"

Jueves 13, Agosto 2009


Ahora si, este es el último , seguro, porque si ponemos en la balanza el tiempo libre del que dispongo últimamente en el curro, y el tiempo que dedico a estar totalmente sumergida en él, no me quedará tiempo para deciros ya nada más, ni ese hasta luego que soy muy dada a repetir hasta la saciedad, que me voy, que me marcho, y marché con millones de adioses previos a haberme ido.
¿Alguien sabe el truco del cigarrillo? ¿Ese que te dice si piensa en ti un moreno o un rubio?, bueno, antes de que yo fumase, ya los cigarrillos de mi madre me decían quién pensaba en mí, aunque no fuesen míos…toda la vida me gustaron los morenos y siempre pensaban los rubios en mí, ahora que me gusta… en fin he de suponer que es evidente que la vida va al revés y el destino se trae un cachondeo conmigo que para fiarme de él estoy.
Es mi casi ultimo día en Madrid, y como cada año, desde que era aun más pequeña , ando pulgosa perdida, como cada año, todo el mundo llama preguntando insistentemente si tengo la maleta hecha, la maleta (sssss), está a medio hacer, como siempre, medio llena…
Creo que lo llevo todo, todo lo más importante, qué son mis excesivas ganas de dejar la desgana de Madrid que se acumula cuando llegan estas fechas, se acumula, se acumula, y claro, asi llego, llegamos, mis nervios, mi ilusión, mis ganas de tanta gana.
Tengo ganas, ganas de ver las caras de esa gente que tan dentro tengo instalada, de decirles entre sonrisas cuanto les quiero, tengo ganas de dejarle mis hombros a Andrea, para echar unas risas, aunque sé con seguridad que también echaremos unas lagrimas, ¿por qué? Porque año tras año se suceden, de alegría, y a veces de instantes tristes. Aunque lo importante es sentir que siempre tendrás hombros en los que cambiar lagrimas por sonrisas, los hombros dispuestos a intercambiar sonrisas por sonrisas se venden muy baratos, los que también lo están para aguantar los llantos de una niña que crece lentamente son muy caros y hay pocos.
Tengo ganas de ver a Oscar, aunque a veces no me hable, o se aleje,y no sea capaz de darme un abrazo en lo que queda del resto de su vida, he llegado al pacto entre mi corazón y el suyo de que su tranquilidad me importa , por lo que no reprocho que un antiguo amor convertido en amigo, a veces no tenga el valor de comportarse como yo lo haría si tuviese a alguien a mi lado. He llegado a ese pacto porque crecí cerca de él, y aprendí a quererle más allá de cualquier amor imposible, he llegado a ese pacto porque el amor se convirtió en cariño, algo imprescindible para poder llegar a pactar con otro corazón, y porque los deseos propios del amor se nos agotaron hace ya mucho tiempo, algo imprescindible también para pactar con un corazón que ha ocupado el tuyo durante algunos años. Y claro , es fundamental, he llegado a ese pacto porque me rompe el corazón otro corazón que no es el suyo y a él le rompe, espero, el corazón otro corazón que no es el mío.
Tengo ganas de amanecer el sábado y disfrutar del camino del río por el valle, de reírme si me caigo, si se nos da bien como el año pasado ,y si se nos da mal, pues también. De llegar a San Pedro y tomar unos culines de sidra, tengo ganas.
Tengo ganas de no justificar lo injustificable, por lo que pretendo este verano obviar los comentarios fuera de lugar, los dolores del dedo gordo de la mano derecha, o de la izquierda ,de mi cuñado a tempranas horas de la noche, para justificar que le importa poco estar con nosotros, obviar las no verdades sobre mi estado emocional que mi hermana habrá comentado, mientras a mi cuñado le dolía el dedo, que si estoy entre mal , fatal y regular, o que estoy de lo mas rebelde, o de lo más seca, o que soy muy borde con ella, o que quiero a todo el mundo demasiado, no puedo justificar lo que comenta o dice alguien que apenas me conoce, y con quien apenas comparto ideas , ni formas de ver, sentir , querer y amar la vida.
Por lo que me marcho, definitivamente mañana, con los nervios de todos los años, con la piel envuelta en la niña que siempre soy, con ganas de zambullirme en el mar, en la sidra y en lo que se me ponga por delante, con ganas de ver caras que hace tiempo que no veo, de respirar el olor a verde prao, de sentir, de dejarme llevar, aunque a veces alguien ose llamarme loca.
Hoy, en mi casi ultimo día en Madrid, he vuelto a casa pingando, después de contar entre los relámpagos y los truenos, tan solo hasta dos, de cansarme de ver llover y decidir mojarme, de encontrar que mis cigarrillos van pensando en mí al revés de en quien pienso yo.
Me voy, con nervios, con miedo por reencontrar todo distinto, con la niña más niña que siempre se instala en mí cuando cruzo el Negrón, me voy a soñar, a ver lunas, a morirme de miedo, a enfrentar, a perder, a ganar, me voy a vivir lejos de la desgana de saber, que mis cigarrillos piensan en mi, al revés de en quien pienso yo.
FELiZ VERANO A TODOS.

Comentarios

Entradas populares