"He de Confesar"
Miercoles 15, Julio 2009
He de confesar y confieso que creo haber empezado con esta frase en multitud de ocasiones.
He de confesar y confieso, que dejo las cosas para última hora a menudo, que me arrepiento de mi dejadez, a menudo, que me pongo de malas pulgas conmigo misma cuando esto ocurre, porque, he de reconocer que no me gusta tener que arrepentirme de lo que hago, ni de lo que dejo de hacer.
He de confesar, me repito uno y otra vez, y confieso, que ando medio perdida en los quehaceres veraniegos, y entre ellos mis remiendos, mis agotamientos mentales con separaciones ficticias de año tras año, que si me separo, que no me separo, que aguanto por ti, por el otro, el potro y me siento la más cuerda, orgullosa de mi locura, sin entender el por qué de echar siempre la culpa a otros de lo que uno no hace , de lo que uno hace, de lo que uno aguanta o deja de aguantar.
He de confesar y confieso que ya me importa poco, porque poco creo en el malestar ficticio de algunas personas, yo , que confieso una y otra vez, que me muestro, que me abro en canal frente a cualquiera, confieso , que soy mucho más pudorosa de lo que se intuye, que hay cosas muy mías que de compartir ,comparto solo con los implicados. He de confesar que a quien se ha querido no se publica, ni como, ni donde, ni cuando , ni de qué manera. He de confesar que intento cuidar a cada persona que se amarra a mi cintura, a mi alma o a mis piernas, he de confesar que hay cosas que son de uno y otro, más no lo son de nadie más.
He de confesar que puedo escribir cada detalle de mis caricias, las dadas, las acogidas, y las perdidas, más también confieso que son aun más bonitas y mágicas las que no confieso, las que escribo sin contar, contadas a medias.
He de confesar que tuve mi perfecto idiota, y que no soy de apalear en público a nadie, soy indiferente con él y ya, tengo millones de palabras bonitas para cualquier otra persona que ha pasado por mi vida, y sin más ninguna para aquel , he de confesar que es por eso, por mi manera de enfocar los sentimientos, que no entiendo cómo se puede tomar tan a ligera hablar de alguien que ha compartido momentos especiales contigo, que me supera escuchar a nadie hablar mal en público de quién te ha besado en la mañana, te amado en la noche, y ha decidido formar una familia contigo , que uno debe hablar en casa y no exponer a nadie un día sí y al siguiente no, un día sí y al siguiente no.
He de confesar que siento que hay gente muy perdida que no actúa según le habla el corazón y sí lo hace según los cánones establecidos en esta sociedad, he de confesar que soy una idealista sin remedio , y que el día que decida ser mamá, lo seré con alguien que sea un buen papá, aun cuando el amor termine, si se da el caso.
He de confesar que quiero confesar mil cosas y mi atención se desvía, porque a veces no entiendo nada, más sé que no todo el mundo es como yo, que es preferible y más conmovedor ser víctima de una relación , que reconocer todo lo bueno que dejó. He de confesar que no tengo queja de quien me ha amado, por eso me entristecen muchas palabras escuchadas desde la falta de amor y respeto en otras personas. Que me apenan porque no logro entenderlas. Tengo mil palabras de dolor que podría escupir sobre el recuerdo de mi querido perfecto idiota, y me parece un absurdo, una pérdida de tiempo y esfuerzo.
He de confesar que olvidé la razón de mi confesión, creo que vine a confesar que olvide llamar a aquel hotel, que perdí las posibilidades de no caminar y caminar con los tacones en las manos , que fui capaz de solventar el error, y la ilusión me duro un día, tan solo un día, porque de pronto alguien quiso aprovechar la falta de espacio durante esas noches mágicas, y la avaricia , la avaricia rompe el saco y yo me quede sin apartamento en Villar, porque soy algo orgullosa y no me gusta que se deshagan los tratos que uno formaliza, para sacar más beneficio del que ya con creces se han sacado.
He de confesar que he buscado hasta encontrar, y lo he encontrado, un apartamento un pelín hortera nos espera en el precioso barrio del Cambaral, confieso que te he ocultado que nos habíamos quedado sin nada de nuevo, pero todo ocurre por algo, y ese algo es un lugar al lado de un puerto mágico que no deja de sorprenderme año tras año.
He de confesar , por ultimo y para terminar como al comenzar, que confieso una y otra vez y vuelvo a confesar que estoy sumergida en el verano, en los días largos, en las fiestas y que me preocupa, aunque no en exceso, que el banco ante una pandemia de gripe A el próximo invierno , ha invertido su dinero en todo lo necesario para que cada uno de nosotros podamos trabajar desde casa.
He de confesar.
He de confesar y confieso que creo haber empezado con esta frase en multitud de ocasiones.
He de confesar y confieso, que dejo las cosas para última hora a menudo, que me arrepiento de mi dejadez, a menudo, que me pongo de malas pulgas conmigo misma cuando esto ocurre, porque, he de reconocer que no me gusta tener que arrepentirme de lo que hago, ni de lo que dejo de hacer.
He de confesar, me repito uno y otra vez, y confieso, que ando medio perdida en los quehaceres veraniegos, y entre ellos mis remiendos, mis agotamientos mentales con separaciones ficticias de año tras año, que si me separo, que no me separo, que aguanto por ti, por el otro, el potro y me siento la más cuerda, orgullosa de mi locura, sin entender el por qué de echar siempre la culpa a otros de lo que uno no hace , de lo que uno hace, de lo que uno aguanta o deja de aguantar.
He de confesar y confieso que ya me importa poco, porque poco creo en el malestar ficticio de algunas personas, yo , que confieso una y otra vez, que me muestro, que me abro en canal frente a cualquiera, confieso , que soy mucho más pudorosa de lo que se intuye, que hay cosas muy mías que de compartir ,comparto solo con los implicados. He de confesar que a quien se ha querido no se publica, ni como, ni donde, ni cuando , ni de qué manera. He de confesar que intento cuidar a cada persona que se amarra a mi cintura, a mi alma o a mis piernas, he de confesar que hay cosas que son de uno y otro, más no lo son de nadie más.
He de confesar que puedo escribir cada detalle de mis caricias, las dadas, las acogidas, y las perdidas, más también confieso que son aun más bonitas y mágicas las que no confieso, las que escribo sin contar, contadas a medias.
He de confesar que tuve mi perfecto idiota, y que no soy de apalear en público a nadie, soy indiferente con él y ya, tengo millones de palabras bonitas para cualquier otra persona que ha pasado por mi vida, y sin más ninguna para aquel , he de confesar que es por eso, por mi manera de enfocar los sentimientos, que no entiendo cómo se puede tomar tan a ligera hablar de alguien que ha compartido momentos especiales contigo, que me supera escuchar a nadie hablar mal en público de quién te ha besado en la mañana, te amado en la noche, y ha decidido formar una familia contigo , que uno debe hablar en casa y no exponer a nadie un día sí y al siguiente no, un día sí y al siguiente no.
He de confesar que siento que hay gente muy perdida que no actúa según le habla el corazón y sí lo hace según los cánones establecidos en esta sociedad, he de confesar que soy una idealista sin remedio , y que el día que decida ser mamá, lo seré con alguien que sea un buen papá, aun cuando el amor termine, si se da el caso.
He de confesar que quiero confesar mil cosas y mi atención se desvía, porque a veces no entiendo nada, más sé que no todo el mundo es como yo, que es preferible y más conmovedor ser víctima de una relación , que reconocer todo lo bueno que dejó. He de confesar que no tengo queja de quien me ha amado, por eso me entristecen muchas palabras escuchadas desde la falta de amor y respeto en otras personas. Que me apenan porque no logro entenderlas. Tengo mil palabras de dolor que podría escupir sobre el recuerdo de mi querido perfecto idiota, y me parece un absurdo, una pérdida de tiempo y esfuerzo.
He de confesar que olvidé la razón de mi confesión, creo que vine a confesar que olvide llamar a aquel hotel, que perdí las posibilidades de no caminar y caminar con los tacones en las manos , que fui capaz de solventar el error, y la ilusión me duro un día, tan solo un día, porque de pronto alguien quiso aprovechar la falta de espacio durante esas noches mágicas, y la avaricia , la avaricia rompe el saco y yo me quede sin apartamento en Villar, porque soy algo orgullosa y no me gusta que se deshagan los tratos que uno formaliza, para sacar más beneficio del que ya con creces se han sacado.
He de confesar que he buscado hasta encontrar, y lo he encontrado, un apartamento un pelín hortera nos espera en el precioso barrio del Cambaral, confieso que te he ocultado que nos habíamos quedado sin nada de nuevo, pero todo ocurre por algo, y ese algo es un lugar al lado de un puerto mágico que no deja de sorprenderme año tras año.
He de confesar , por ultimo y para terminar como al comenzar, que confieso una y otra vez y vuelvo a confesar que estoy sumergida en el verano, en los días largos, en las fiestas y que me preocupa, aunque no en exceso, que el banco ante una pandemia de gripe A el próximo invierno , ha invertido su dinero en todo lo necesario para que cada uno de nosotros podamos trabajar desde casa.
He de confesar.
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