"Mentiras en el Curro"

Jueves 16 ,Abril 2009


El ser humano, tal vez por naturaleza miente, no se da una u otra opción , miente y ya, a veces para no dejar que se entrometan en la vida de cada uno, a veces para alejar a quién intenta acercarse, a veces por miedo, miento cuando no quiero que alguien sepa lo que siento, si lo siento, si lo deseo o no, miento, la gran mayoría de las veces por miedo, y otras por necesidad.
No pretendo hablar de mentiras que hieren, hablo de todas aquellas mentiras que contamos a lo largo del día, que se suceden una tras otra y que… bueno, te convierten en un mentiroso o una mentirosa de a pie.
Yo miento, a pesar de haber roto amistades e historias por el hecho de sentirme engañada, si, odio las mentiras, pero me confieso mentirosa y punto.
Miento por varias razones, o en determinadas ocasiones, a veces miento descaradamente y a veces , a veces tan solo oculto información.
No me gusta demasiado que la gente a la que no le abro la puerta de par en par quiera saber de mí más de lo que estoy dispuesta a contar, por eso a veces me escapo por la tangente y miento, hoy me han fatigado a preguntas, hoy se ha proclamado el día de las preguntas indiscretas en el trabajo, y yo he decidido declararlo también como el día del ocultismo, de la mentira al uso.
En realidad tenía tres caminos que tomar, el de la verdad absoluta, el de mandar a un lugar muy lejano a quienes preguntaban, o el de guardar información, sonreír y mentir. He optado por el tercero, el primero lo uso tan solo con quién quiere escuchar la verdad absoluta, es decir , a veces no lo uso ni conmigo misma, el segundo pocas veces lo tomo, aunque lo he caminado alguna que otra vez, y el tercero….el tercero es el que decidí caminar en mi día de estrés …
Me han ofrecido trabajar en un proyecto nuevo que ha llegado al departamento, y ohhh, dichoso mi nervio, me han sentado al lado a un nervio desquiciante que ha conseguido que salga estos días con tics que se han apoderado de mi. Y prometo que él querrá ser todo lo encantador del mundo , no dudo que lo intenta, pero creo que por prescripción médica no debe venir más a verme. Voy a mil para terminar cuanto antes, y dejar entre ambos un hilo telefónico que nos separe el máximo posible. Porque no me deja respirar esa calma que a veces necesito y busco metida entre mis cosas sin hablar con nadie. Solo quiero y necesito que se marche, cuanto antes.
Entre eso y la declaración de fiesta nacional, hoy he desandado el camino a casa agotada.
De pequeña tenía amigos invisibles seguro, o tal vez no los pude tener, y por eso he decidido tener pareja omnipresente en mi trabajo. Uffff…la de tiempo que lleva conmigo, no os podéis hacer una idea, pero es que parece ser que es la única manera de que la gente entienda, a duras penas, que al trabajo, vas a trabajar y ya, que no estás deseando ,que aparezca tu príncipe perfecto azul cielo ,galopando encima de su corcel por el pasillo, para de pronto subirte a lomos de él y de su caballito y escapar a ver el anochecer abrazados….en primer lugar, porque yo no quiero un príncipe azul, sino uno imperfecto , como poco el príncipe de Beukelaer, que es el príncipe con menos sentido del ridículo que he visto en mi vida, y en segundo, tercer y cuarto lugar, porque simplemente no me va tener en la oficina a nadie comiéndome la oreja , que si tal y pascual.
Que me llaman de la agencia para ver un piso…¿qué como alguien como tú se va a vivir sola? , ¿qué cómo te deja tu chico que lo hagas? , que si fuera yo… vale, ¿alguien como yo?, ¿Cómo diablos soy yo?...., que me suena el teléfono y es un amigo…uffff…si supiese tu chico que te llaman tanto…que si que modelito, no puedo y me puede…debo currar con una panda de …en fin.
Por lo que me quedo con mi chico omnipresente, que me quiere mucho, que comprende mi independencia, mis faldas o pantalones, mis llamadas y con las innumerables mentiras que he contado por no tomar el segundo camino…

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