"Invierno Dulce"

Domingo, 11 Enero , 2009

Tal vez lleve un tiempo sin acercarme demasiado a ti, tal vez lleve un tiempo ausente de cuidarte, ausente de escuchar todo aquello que me susurras, si he sabido de mis distantes días de ti, si he sabido de mis silencios, de mis indiferencias, si he sabido de acallar tu ansia de mí, es porque sé de qué quieres hablarme, sé de no querer escucharte, sé de no querer quebrar mi tiempo de cambios, mi tiempo de mitigar todas las ausencias que se adhieren a los arañazos de mis alas. Prometo sentarme a tu lado, prometo empaparme de lo que nos falta, prometo, ser la mitad de tu café, la mitad de tus palabras, la mitad de lo que me digas prometo decirlo yo. Prometo venir en otro momento, déjame en mi invierno dulce, que marche quien quiera irse, quiero quedarme donde estoy , en los brazos que estoy, en mi invierno dulce.
Tal vez me envuelva de cobardía, tal vez no sea lo suficientemente valiente hoy por hoy, más dame tiempo para curarme de ti, de mi misma, dame tiempo de no escucharte, dame segundos de silencio, dame minutos de serenidad, deja de llamarme a voz en grito, que voy a ser sincera, y no quiero escucharte esta noche. No quiero porque temo, déjame temer, que tú tan bien como yo sabes, que el miedo me hace fuerte, déjame ser vulnerable para poder llegar a ti desnuda.
Déjame descubrir de poco a poco lo que quiero de lo que tengo, lo que me falta de lo que tengo, lo que necesito de lo que me falta, déjame poquito a poco saber si es este mi lugar, déjame soñar que el vacio va a llenarse, déjame creer en mis sueños, déjame de poco a poco darme de bruces con la realidad, déjame saber si es la realidad que quiero, déjame saber si lo que creo necesitar es vital, déjame saber si el oro que no reluce es el oro que deslumbra mis sueños.
Déjame saber si mis dientines asoman, déjame dar todo lo que tengo, que quiero volver a darlo, con todas las consecuencias, con todas, y sin ellas. Déjame saber si me dolerá el alma, déjame llenar la recamara de ilusiones, déjame descubrir si puedo ser yo misma. Deja de avisar, que me gusta dejarme la piel en lo que quiero, deja de preocuparte, que no tengo miedo a caer, no tengo miedo a apostar todas mis cartas y perder, sé lo que duele, y nunca dolerá de la misma forma, ni con la misma intensidad, la decepción es un mal, que con los años se mitiga y deja de doler, si ha de venir, deja que venga, no te miedo.
Miedo a no volverme loca, miedo a no sentir que el alma se endulza sin saber por qué, miedo a no volverme perversa de deseo, miedo, tengo miedo a no sentir, miedo a quedarme sin sueños, sin planes, miedo a la desilusión sin ilusión previa, miedo a dejar de gritar lo que siento, a sentirme pequeña en cualquier otro lugar que no sean los brazos que me hacen vibrar, miedo a que esos brazos no me hagan vibrar lo suficiente como para querer quedarme acurrucada entre ellos. Miedo, a sentir demasiado., a saber que estoy sintiendo demasiado.
Tal vez no quiera sentarme aún a mirarte de frente, tal vez necesite tiempo, tal vez debas regalarme ese tiempo, no dudes que volveré, a contarte tranquilina cómo me duele lo que me duele, como no me duele, lo que tal vez debía dolerme ,ya te contare, poquito a poco el bien que me hace desengancharme de ti, el bien que me hace caminar sola, sin mi mitad cobarde, prometo ser vulnerable para dejar que me toque lo que no dejas que llegue a mi cuando te dejo caminar de mi mano. Te quedas en mi cama, y en mi cama solo tengo sitio para mi pequeño invierno dulce.

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