“EL PERFECTO IDIOTA”

Miercoles , 11 Febrero , 2009

Alguien me ha recordado hoy un pasaje de mi historia, lo llamo pasaje porque pasó y ya…y ya no más.

Alguien soñó con mi pasaje, y se atormento, vine de vuelta a casa con un viento de despeinar el alma, y con la luna brillando, pletórica. Vine pensando en ese pasaje, ese trocito de ayer, que casi no recuerdo, y cuando lo recuerdo lo hago como si narrase una historia que no fuese la mía, en mi más sincera tercera persona.


Soy capaz de ser franca conmigo misma, porque simplemente dolió en su día, mucho, muchísimo, mas un día dejo de doler, dejo de existir, por eso puedo contar como la historia más bonita a los ojos del resto del mundo, puede ser la mentira más grande jamás contada, cuando se desmonta una historia perfecta a los ojos de quien la encuentra perfecta, el vacio es desolador.

Pasan los años y aún la gente se pregunta, como el perfecto, se convierte en el perfecto idiota, y como tú, tan lista, fuiste la ultima en saber, en darte cuenta que vivías en una mentira…

El perfecto idiota sabe engatusar a las niñas que aun son niñas, el perfecto idiota sabe, enseñarte la luna, llevarte a ver las estrellas, decir cosas bonitas al oído, en bajito, sabe cuidarte, mimarte, sabe hacerte soñar, llevarte a su terreno y comerse el tuyo, el perfecto idiota sabe enseñar lo que es el amor a las niñas que aun son niñas.

El perfecto idiota enseña a los que te quieren que sin duda él es lo mejor que te ha pasado, sabe engañarte a ti, y por supuesto a todos los que forman parte de ti.
El perfecto idiota cree tenerlo todo bien atado, baja la guardia, y pierde el control de la perfecta niña que aún es niña, y su romanticismo extremo deja de ser extremo, sus mimos dejan de ser mimos, agota el argumento de su cuento de hadas, se descuida e intenta cerrar la jaula que ya está abierta, porque la niña que aún es niña fue la última en saber que dormía con un sapo, que su cuento de príncipes y princesas se desmoronaba en el aire…. Que el perfecto, se había convertido en el perfecto idiota.

Perfecto idiota, aún atormentas los sueños ajenos a mí misma, no está de mi mano cambiarlo.

Pero si me hace recordar que quiero seguir brillando, como esa luna que me ha acompañado con el alma despeinada, que las estadísticas dicen que con un idiota por vida es suficiente, y yo ya tuve mi idiota cuando aún era más niña de lo que hoy me siento.

Aquel idiota, mi idiota, el que me toco a mí, por azar, una noche después de probar el beso más intenso que nunca antes había probado, el beso con el que sin decir nada a nadie, había soñado tantas veces, con mi cabecita loca de niña, aquel beso que había imaginado verano tras verano, aquel beso que yo me había encargado de visualizar mil veces, mil veces y una más. Aquel beso , del que escape corriendo por miedo, miedo a no estar a la altura de aquel sueño que me había acompañado durante tantos años, miedo a que mi sueño se rompiese.

Aquel idiota, mi idiota por estadísticas, me llamó, cada día de los siguientes días, vino a buscarme, una y otra vez, cada día de los siguientes meses, y mi beso se quedo en un beso que no volvió a por mí. Llamó, insistió, me cuidó, me mimo, y me hizo creer que aquel beso no fue más que eso, un beso, que llega por sorpresa, y se va, un beso que no se queda, que no quiere quedarse, un beso que yo idealicé con los años. Lo guardé, y me quedé con aquel idiota, creyendo con total seguridad que mi destino no era aquel beso soñado.

Aquel idiota desapareció de mis sueños, el mismo día en el que se derrumbo nuestra historia, no se me da bien hablar de ella en primera persona, porque si algo tiene de especial mi corazón, es saber olvidar lo que me hiere con premeditación y alevosía.

Recuerdo tardar tiempo en volver a ser yo, en volver a soñar sin miedo a hacerlo, recuerdo todo lo que aprendí, y agradezco todo lo que perdí.

Con los años, me reencontré con aquel beso, que dejé aquella noche, después de salir corriendo. Tuvimos una perfecta idiota y un perfecto idiota. Y yo sigo siendo la misma niña que idealizó aquel beso, pero con una charca llena de sapos,y menudos sapos, que quisieron enseñarme la luna, el amor más allá del amor ,bla bla bla, bla bla bla, que me amaron sobre todas las cosas, más que a nada en este mundo…!!!!!!! bla, bla, bla, bla, bla, bla, más yo no quiero ver lunas. Quiero soñar y cumplir sueños, quiero agotar mis días, quiero unos brazos en los que hacerme pequeña después de haber jugado a ser entre ellos la niña más perversa.

Alguien me ha recordado hoy un pasaje de mi historia, lo llamo pasaje porque pasó y ya…y ya no más.








Lo mejor de los idiotas, es saberse idiotas cuando pierden!!!!!!

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