"Mudanzas y Secretos"

Domingo 14, Junio 2009

Cuando uno hace mudanza se da cuenta de la de cosas que acumula, de la de secretos que esconde olvidándolos hasta que son de nuevo descubiertos. Algunos hace mil años, y otros…otros te empeñas en olvidarlos y aparecen, como si el destino se quisiera reír de uno mismo.
Es de sobra conocida mi poca fuerza de voluntad para algunas cosas, eso que desbordo para lo menos importante, lo pierdo para lo que si debiese serlo. Siempre ando buscando señales del destino que me digan lo que ya sé de antemano, sé que es una soberana estupidez, pero desde cría ya era así de retorcida conmigo misma, ¿que tenía que presentarme a un examen? ,yo tocaba de camino al colegio todos los coches rojos que veía, si lo lograba, aprobaba seguro. Una matrícula capicúa siempre me traía buena suerte, repetir una palabra o una frase inventada durante diez veces, en el recorrido hasta llegar a la puerta del colegio, donde se encontraba el niño que me gustaba, significaba que yo estaba predestinada para él y él estaba predestinado para mí, pobre chaval pienso ahora, si supiera que sí o sí, yo era la mujer, entonces niña, de su vida porque el destino me lo había contado con una frase diez veces repetida!!!
Toda la fuerza de voluntad que he derrochado en mi vida para algunas cosas, la he hallado perdida en el limbo para otras. Más también sé que solo debo tener tiempo para parar el ritmo, analizar la situación y decirme a mi misma lo estúpida que puedo resultar a veces.
Pues debido a todo ese tipo de gilipolleces mágicas que me han acompañado a lo largo de mi corta existencia, debido a ellas, hoy soy como soy, y me pierdo de vez en cuando entre mis alas, mis sueños, y mi fe de que todo siempre irá mejor, gracias a ello hoy he salido corriendo para alcanzar un tren bajo un puente, sprint… y saludo triunfal al cercanías de las Zorreras. Gracias a ello me he comido todos los gatos negros de la bolsa de chuches que me han regalado en la oficina. Te cambio mis dentaduras por tus gatos, y a ti mis regalices por tus gatos, me como los gatos negros, porque están ricos, y porque así, no podrán cruzarse en mi camino, me como los míos , los tuyos, y los de todo el mundo…aunque luego no sea capaz de probar bocado a la hora de la comida.
Cuando uno hace mudanza se da cuenta de la de cosas que acumula, de la de secretos que esconde olvidándolos hasta que son de nuevo descubiertos. Algunos hace mil años, y otros…otros te empeñas en olvidarlos y aparecen, como si el destino se quisiera reír de uno mismo.
Fotos llenas de amor, otras llenas de deseo, fotos que te llenan de respingos, otras de indiferencia, nudos en el estomago, sonrisas, y llanto, algún que otro llanto ya olvidado. Amigos que dejaron de serlo, amigos que aún son más amigos, historias importantes, historias menos importantes, rostros casi desvanecidos en mi memoria, miradas que son capaces aún hoy de recorrer cada centímetro de mi piel, miradas que me hacen extrañar sensaciones, cosinas que disfrutar recordando, cosinas que hubiese cambiado, gotas de mi misma mientras recojo, guardo, borro y vuelvo a encontrar.
Hacer mudanza es pasar una página más, hay cosas que quieres llevarte y no tienes, hay cosas que quieres dejar, y dejas, hay cosas que quieres encontrarte en la siguiente puerta que has decidido abrir, hay sueños, y mientras la máquina de crearlos no se quede parada todo irá bien.
Hacer mudanza es dar un paso adelante, siempre, con mis deseos, los que ahogo, los que me traicionan si me pongo chispina desahogándose ellos solos, y dejando un malestar extraño al día siguiente, malestar por mi falta de fuerza de voluntad cuando no es el momento.
Y hago mudanza, seis años después…y me siento tan cría como soy, me siento tan ilusionada que el mundo se me queda corto para saltar con mis pulgas, la lluvia me parece demasiado seca y el sol demasiado flojito. Me voy , abandonando hasta la cama donde no se caen los sueños, para crear sueños nuevos, demasiado deseo en ella. Deseo llenar de deseo mis colores nuevos, mi rojo pasión ,mi negro sensualidad, mis colores muy bien escogidos, con su razón y su sinrazón , como yo.
Cuando uno hace mudanza se da cuenta de la de cosas que acumula, de la de secretos que esconde olvidándolos hasta que son de nuevo descubiertos. Algunos hace mil años, y otros…otros te empeñas en olvidarlos y aparecen, como si el destino se quisiera reír de uno mismo , con miradas que se quedaron a medias, sin poder sentirlas a manos llenas. Con manzanas que hubieses mordido para poder decir, “Si, soy yo, la que se atraganto, pero con la mejor manzana del Paraíso”.


PD: Espero teneros ahí siempre que tenga buenas noticias que radiar…la próxima….mmmhh???? No sé, algún día os hago tías, tíos, de alguna pulgosina pelirroja pecosa, o de algún travieso con el que jugar al futbol, con el que inventar historias, con el que hacer el payaso. Tiempo al tiempo.
Besines a todoooooooooooooooooooossssssssssssss!!!!!!!!!!!!!!

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