"No sé de qué escribir, de escribir te escribo"

Miercoles 29, Julio 2009

Y no sé de qué escribir, ni de quién, ni cómo hacerlo, y no tengo letras, ni la imaginación suficiente como para poner los puntos sobre las íes, tengo millones de sensaciones a flor de piel y no sé ordenarlas. Solo sé que no debo ser muy clara, que debo trasmitir lo que no quiero, y lo que quiero debe estar quedándose dentro de mí. Tal vez sería mucho más fácil poner nombres a las letras, nombres propios, más no dejaría de ser una canallada descubrir algo que yo misma no estoy dispuesta a descubrirle al mundo entero.
Y los no amados se creen amados y los amados se creen olvidados. Es el caos y el desorden en estado puro. Y marcho y has venido conmigo en cada pensamiento, mientras los hechos desconcertantes se sucedían, uno tras otro, tú llenabas cada uno de mis pensamientos. Tal vez ayer no hubiese sucedido así, ayer, antes de haberte dejado cruzar la línea de nuestro deseo, ayer antes de dejarte entrar sé que hubiese sentido distinto, sé que hubiese dado el protagonismo de nuevo a quién durante tantos años se lo di. Me has acompañado cada noche, en mi cabeza, perfectamente definidas tus pupilas en mi, perfectamente definido tu torso en mi, podría dibujar tu espalda a tientas, podría después de haberla llenado con las yemas de mis dedos de palabras llenas de miedo.
Y no sé, no sé porque se paralizan mis sueños, el por qué de tanto miedo, de tanto callar lo que deseo gritarte, no sé, tal vez nunca será mejor así
Es sencillo mirar a quien le has dado todo, es sencillo desde la serenidad que ofrece el amar después de haber amado tanto, es sencillo mirar de frente cuando el deseo ha pasado a mejor vida, es sencillo mirar todo lo que ocurre desde el refugio del no amor, después de tanto amor. Es sencillo desear la felicidad de quién te ha querido , de quien aún te quiere después de haberte amado, lejos de tus brazos, es sencillo cuando se agotaron hasta las balas de la recamara, es sencillo decir te quiero cuando se ha ofrecido todo, cuando se ha dado el máximo al máximo, es sencillo querer cuando el amor sin más se termina, siendo consciente de que no se pudo da más, porque se dio todo. Es sencillo querer lo mejor para quien supo quererte, para quien no supo, pero te quiso.
Y no sé, por qué al cerrar los ojos me lastima no tenerte cerca.
Y no sé por qué quiero salir corriendo tras tus pasos y alcanzarte, no sé porque me paraliza el miedo de haberte confundido con mi ambigüedad al escribirte, y no sé porque no te has reconocido en cada una de mis letras, las mismas que escribía a escondidas en tu espalda. Y no sé por qué se reconoce quién no está en ellas.
He visto la foto más bonita del mundo y estabas a mi lado. Antes de soltar tu mano. Mucho antes de dejar de darte todo aquello que pude haber dado. Es por eso que no es sencillo , porque lo que uno no da se acumula, y nunca supe darte todo aquello que quise haberte dado.
Y aunque de acariciar me acaricien otras manos, te pienso y aunque sé que todo pasa, mientras pasa, vuelvo a pensarte.
Y no sé de qué escribir, ni de quién, ni cómo hacerlo, y no tengo letras, ni la imaginación suficiente como para poner los puntos sobre las íes, tengo millones de sensaciones a flor de piel y no sé ordenarlas. Solo sé que no debo ser muy clara, que debo trasmitir lo que no quiero, y lo que quiero debe estar quedándose dentro de mí. Más si de algo estoy segura es de que no te veras reflejado en estas letras, que escribiría una y otra vez en tu espalda, a pesar de estar tras ellas, desde aquella noche que cruce la línea del deseo que escondí de tanto años.



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