"Nuestras segundas partes"

Alguien, alguna vez me dijo, que amar es no esperar nada a cambio, que querer se quiere sin mirar más allá de lo que despierta dentro del corazón la otra persona.

Hoy llueve, y creo que debió ser mi propio corazón el que me dijo algo tan absurdo, no podría ser otro más que él.

Voy dando pasines, …me voy yendo y llevo marchándome más de un año , y en ese año no me he sentido sola, porque tuve a alguien a quien dar tus caricias, tuve a alguien a quien besar cuando necesité besarte, a quién abrazar cuando necesité abrazar, tuve, hasta que quise dejar de tener, hasta que necesité sentirme sola para terminar contigo, porque no quise respirar y extrañarte y te extrañé de más. Porque es necesario un tiempo de sutura, y ese tiempo de tenerme a mi misma me llegó, y me vino de lujo, tan suave.

Y te eché , eché de menos, extrañé cada una de tus pocas caricias, cada uno de nuestros pocos días, y no recordé ni un minuto a quién fue dueño de tus caricias cuando no estabas, cuando no me sentía sola, cuando regalaba mis ganas de ti a quien no eras tú, y me pareció un tanto injusto, así que me quede sola, para sentirme sola, para dar puntos de sutura al rincón donde guardaba tus deseos, tan frescos, aún habiendo pasado el tiempo..porque necesitaba, necesitaba saber que ya no estabas, y no bastaba con saber, necesitaba sentirte así, lejos, para volver a empezar después de ti, después de nosotros.

No quiero ser hipócrita, porque no me tomo por serlo, te quise más , quise más de ti y quise más de mi, me supo tan a poco que me quedé llenita de ganas de ti, de darte más, de que me dieras…tuve tantas ganas de ti que me quedé llena de falta de ti.

Y quise enterrarte entre otras manos,lo hice mal, muy mal, porque cada beso que regalé seguía perteneciéndote , desperté a media noche sabiendo donde y con quién no quería, donde y con quien sí quería, por lo que dejé de engañar al hambre de mi corazón , y decidí sentir tu ausencia, decidí sentir la falta de ti, para saber y sentir que realmente te habías esfumado con la misma rapidez con la que mis piecines escaparon corriendo aquella primera noche en la que nos besamos, hace ya más de mil años, hace ya más de mil lunas. La mañana siguiente a aquella noche, sentí que no estabas, esperé, esperé, y no viniste, por lo que sentí que no fui lo suficientemente mágica para ti, y marché ,marché con mi perfecto idiota, que sí, sí vino a buscarme.

Y ahora ya sé, sé que nuestras “segundas partes” tampoco fueron demasiado importantes, he esperado, siento que he esperado de nuevo por ti, y el tiempo parece correr, y yo camino, y quiero echar a correr, porque el tiempo pasa, y me hiere sobremanera verlo pasar mientras espero, me duele esperar, me duele caminar a medias y volver a refugiarme en tu sonrisa. Por eso dejé de regalar los besos que te pertenecían, dejé de dar tus sonrisas a quién no era dueño de ellas, dejé de engañar al hambre de mi corazón, para poder recuperar las torceduras del alma mío, y salir corriendo con la vida que se escapa, que se escapa a más velocidad de la que voy yo.

Quise sentirme sola, para saber que no fui lo importante que debí haber sido en ti y ahora que me siento poco importante por fín, siento que me puedo marchar, porque aunque nos perdemos un mundo de sensaciones por descubrir entre ambos, ahora ya sé que la vida se me escapa volando y yo quiero volar con ella. No quiero más fugaces contigo, no quiero más que lo que siento y me siento, tal vez por fin, demasiado poco mágica para ti, y soy tan mágica que no puedo permitirle al alma mía quedarse esperando por ti, porque no vendrás, como aquella mañana después de aquella luna de hace mil lunas, que un perfecto idiota arriesgó y se quedó con tu lugar.

Llueve… y algo me dice que no es bueno esperar a alguien por mucho tiempo más, que he tenido mi pequeño tiempo de sutura y la piel se me está quedando demasiado fría, demasiado falta de amor
.

Comentarios

Entradas populares