"El verde ..que me sienta demasiado bien"
Hoy me he topado con muchos recuerdos, después del peor día del mundo para quedarme sin coche…menos mal que solo ha sido un día, que me da algo sin el pequeño macarra que acompaña a la princesa!!!!!!!
He decidido recolectar ropita que ya no uso, ropita que siempre digo….mmmhhh, pero esto con…mmmhh igual un día con…para dársela a alguien que seguro la necesita más que yo.
Este es un paso importante en mis pequeños esfuerzos por madurar, si, casi nunca me deshago de nada si no está roto, o desgastado, porque casi todo tiene algún recuerdo, creo que he encontrado otro sentido desarrollado al máximo en mi, mi memoria textil…jajajaja, y la tengo cargada de recuerdos, es increíble…es casi tan precisa como lo es mi memoria olfativa…así que ya lo tiene mi enemigo alzhéimer más difícil conmigo. Tiene tanto que borrar que lo terminaré aburriendo.
He encontrado shorts que me recuerdan a besos, camisetas que me devuelven risas, vestidos que me desnudan y chaquetas que me abrazan. He vuelto a conocer a gente que conocí un día que llevaba un pantalón determinado, he ido de tiendas con mi hermano, me he visto seis años atrás en el tren Madrid-Gijón, atrapada por la nieve entre León y Asturias, sin poder llegar a mi destino. He patinado por el muelle como solía hacer, cuando descubrí que mis casi siete años de patinaje artístico ganan por goleada al patinaje en línea.
Incluso he ido a la playa de nuevo, a la tienda donde trabajé más de mil años sin contrato para sacarme unas pelillas, he vuelto al taller de la escuela, a ser azafata y camarera de noche, dios tengo ropa que jamás me pondría, y está ahí , y de ahí me llena el corazón y se va, por fín voy tirando lastre que ocupa espacio, y el espacio necesita renovarse, para llenarlo de nuevos recuerdos.
No voy a negar que mis pasines son pequeños, pero son fuertes como siempre lo han sido cuando me suelto a andar.
Tengo ropa preciosa, ropa menos preciosa, y otra que no volvería a ponerme en la vida, tengo todos los colores del arcoíris desde el más clarito al más oscuro.
Tengo vinitos con las niñas, arrumacos con algún niño, tengo bailes de verano y fríos de invierno. Tengo kilines de más y kilines de mucho menos, tengo estados de ánimo que huelen a algodón y miman mi piel, tengo seda que resbala y lino que se arruga, tengo arrugas, vaqueros rotos que se vuelven a romper para romperse de nuevo después de darles remiendo.
He vuelto a poner rebajas hasta las seis, y he hecho tiempo por Madrid y Gijón a la hora de comer.
Me he vuelto a enamorar, he caído con una falda y me he puesto de pie con una chaqueta amarillo mostaza…he sentido los nervios de una primera vez…
Y he caído en la cuenta de que el verde me sienta demasiado bien.
He decidido recolectar ropita que ya no uso, ropita que siempre digo….mmmhhh, pero esto con…mmmhh igual un día con…para dársela a alguien que seguro la necesita más que yo.
Este es un paso importante en mis pequeños esfuerzos por madurar, si, casi nunca me deshago de nada si no está roto, o desgastado, porque casi todo tiene algún recuerdo, creo que he encontrado otro sentido desarrollado al máximo en mi, mi memoria textil…jajajaja, y la tengo cargada de recuerdos, es increíble…es casi tan precisa como lo es mi memoria olfativa…así que ya lo tiene mi enemigo alzhéimer más difícil conmigo. Tiene tanto que borrar que lo terminaré aburriendo.
He encontrado shorts que me recuerdan a besos, camisetas que me devuelven risas, vestidos que me desnudan y chaquetas que me abrazan. He vuelto a conocer a gente que conocí un día que llevaba un pantalón determinado, he ido de tiendas con mi hermano, me he visto seis años atrás en el tren Madrid-Gijón, atrapada por la nieve entre León y Asturias, sin poder llegar a mi destino. He patinado por el muelle como solía hacer, cuando descubrí que mis casi siete años de patinaje artístico ganan por goleada al patinaje en línea.
Incluso he ido a la playa de nuevo, a la tienda donde trabajé más de mil años sin contrato para sacarme unas pelillas, he vuelto al taller de la escuela, a ser azafata y camarera de noche, dios tengo ropa que jamás me pondría, y está ahí , y de ahí me llena el corazón y se va, por fín voy tirando lastre que ocupa espacio, y el espacio necesita renovarse, para llenarlo de nuevos recuerdos.
No voy a negar que mis pasines son pequeños, pero son fuertes como siempre lo han sido cuando me suelto a andar.
Tengo ropa preciosa, ropa menos preciosa, y otra que no volvería a ponerme en la vida, tengo todos los colores del arcoíris desde el más clarito al más oscuro.
Tengo vinitos con las niñas, arrumacos con algún niño, tengo bailes de verano y fríos de invierno. Tengo kilines de más y kilines de mucho menos, tengo estados de ánimo que huelen a algodón y miman mi piel, tengo seda que resbala y lino que se arruga, tengo arrugas, vaqueros rotos que se vuelven a romper para romperse de nuevo después de darles remiendo.
He vuelto a poner rebajas hasta las seis, y he hecho tiempo por Madrid y Gijón a la hora de comer.
Me he vuelto a enamorar, he caído con una falda y me he puesto de pie con una chaqueta amarillo mostaza…he sentido los nervios de una primera vez…
Y he caído en la cuenta de que el verde me sienta demasiado bien.
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