"Me alegra que te hayas ido"
Creo que va a llegar, que llegará, creo sin duda que el frío está a la vuelta de la esquina, creo que ya tengo bastante con el frío de estos últimos días, quiero frío, frío externo, estoy cansada , agotada y más, mucho más del frío de mis huesos, del frío del alma mía, demasiado por esta vez.
Me alegra que te hayas ido, me alegra, porque me dueles demasiado, porque ya no puedo con este no comprender que se acumula en mi piel, en mis ojos, en mi no sentirte en mi vida. Me alegra que regreses a tu lejanía, porque no puedo más con este tenerte cerca y no poder tenerte.
Mi vida, nuestra vida, esa que hemos compartido hasta hace un año, me ha enseñado a no pedir, lo que alguien no quiere dar, a no lamentar ni reprochar, me siento totalmente comprometida con el hecho de dejar que no me quiera quien no me quiere, si algún día tu alma necesita volver , que regrese, espero seguir queriéndote si se da el momento, si se da el regreso, lo espero con todas mis fuerzas. Si he dejado de quererte, comprende que tal vez te extrañé tanto, que dejé de extrañarte.
Siempre he contado contigo y tú conmigo, a un segundo de una llamada, a un segundo de un ayúdame sin pedir ayuda, no me gustan los reproches, por lo que no reprocho tu indiferencia, ni tu frialdad, he de suponer que todos tenemos motivos, razones, ignoro los tuyos, las tuyas, a veces hay amores que no tienen cabida juntos, que no pueden ser compartidos, yo, como un perrito, nunca lo haría, pero respeto que no tenga cabida el mío en tu vida, me parece injusto para contigo, egoísta, y pretencioso, más si eres feliz así, lejos de mí, no tengo nada que decirte, solo que espero que esa felicidad llene cada parcela, cada espacio, cada poro de tu piel, de no ser así, me parecería aún más injusta esta distancia tan inusual, y nunca, escúchame , nunca se lo perdonaría.
Creo que va a llegar, que llegará, creo sin duda que el frío está a la vuelta de la esquina, creo que ya tengo bastante con el frío de estos últimos días, quiero frío, frío externo, estoy cansada , agotada y más, mucho más del frío de mis huesos, del frío del alma mía, demasiado por esta vez.
Y sin embargo estoy tranquila, duermo cada noche sabiendo que te he querido de la forma más bonita y pura, y siento decirte, sin reproches, que mal que le pese, no merezco nada de lo que no entiendo.
Me alegra que te hayas ido, me alegra, porque me dueles demasiado, porque ya no puedo con este no comprender que se acumula en mi piel, en mis ojos, en mi no sentirte en mi vida. Me alegra que regreses a tu lejanía, porque no puedo más con este tenerte cerca y no poder tenerte.
Mi vida, nuestra vida, esa que hemos compartido hasta hace un año, me ha enseñado a no pedir, lo que alguien no quiere dar, a no lamentar ni reprochar, me siento totalmente comprometida con el hecho de dejar que no me quiera quien no me quiere, si algún día tu alma necesita volver , que regrese, espero seguir queriéndote si se da el momento, si se da el regreso, lo espero con todas mis fuerzas. Si he dejado de quererte, comprende que tal vez te extrañé tanto, que dejé de extrañarte.
Siempre he contado contigo y tú conmigo, a un segundo de una llamada, a un segundo de un ayúdame sin pedir ayuda, no me gustan los reproches, por lo que no reprocho tu indiferencia, ni tu frialdad, he de suponer que todos tenemos motivos, razones, ignoro los tuyos, las tuyas, a veces hay amores que no tienen cabida juntos, que no pueden ser compartidos, yo, como un perrito, nunca lo haría, pero respeto que no tenga cabida el mío en tu vida, me parece injusto para contigo, egoísta, y pretencioso, más si eres feliz así, lejos de mí, no tengo nada que decirte, solo que espero que esa felicidad llene cada parcela, cada espacio, cada poro de tu piel, de no ser así, me parecería aún más injusta esta distancia tan inusual, y nunca, escúchame , nunca se lo perdonaría.
Creo que va a llegar, que llegará, creo sin duda que el frío está a la vuelta de la esquina, creo que ya tengo bastante con el frío de estos últimos días, quiero frío, frío externo, estoy cansada , agotada y más, mucho más del frío de mis huesos, del frío del alma mía, demasiado por esta vez.
Y sin embargo estoy tranquila, duermo cada noche sabiendo que te he querido de la forma más bonita y pura, y siento decirte, sin reproches, que mal que le pese, no merezco nada de lo que no entiendo.
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