"He de Confesar"


He de confesar…una y mil veces más, y de la una que queda atrás y de la mil que hoy confieso…

He de confesar que hoy casi me derrito en mi mimo y no voy a trabajar, he de confesar, que odio mi sentido de la obligación, mi sentido de la responsabilidad, me enfundado en mi abrigo de lana, que pica, porque desde pequeña me viene asediando una dermatitis atópica insistente, que hace que no pueda con los jerséis de lana pomposa, vistosa, ni con el estrés, ni con los nervios, he de confesar que muy a mi pesar en estas ocasiones llega, el estrés de golpe y de golpe llega el nervio , confieso que soy nerviosa desde que nací, que me cuesta estarme quieta y si quieta me quedo, es porque alguien provocó en mi un instante tan mágico como para paralizarme ,en un estado de silencio y arrullo de lo más placentero.

He de confesar, en el primer día tristón, de esos que me endulzan , de esos en los que capaz me veo de cruzar la línea entre ser comedida y comerte a besos, he de confesar que Noviembre ha sido a medias caluroso, que he tirado lastre, y siento llamarlo así, más no me queda otro adjetivo , he de confesar que ha sido un lastre al que volver cuando de extrañar te extrañaba tanto, hasta que la balanza se rompió y me dejó con el culo al aire, tiré lastre porque de extrañar te extrañaba tanto y más, confieso que te llevas mi balanza que siento que te vas, que no quiero que te marches, pero no sé cómo llegar a ti, me escapo, te escapas, terminaremos escapándonos el uno del otro porque el tiempo es así.

He de confesar que confieso de poquito a poco , de tiempo en tiempo, que dejé que se quemase el cafetín, que quiero tú café espumoso, que me esmero en no pensarte y que poco a poco todo pasa. Que soy impertinente y asquerosa, que no quiero escuchar los problemas de los demás, porque no nací para contar los míos, pero tampoco soy un ángel caído del cielo al que contar una y otra vez las intimidades de desconocidos, desamores y demás pesares, me importan y mucho, los pesares de la gente que quiero, pero soy sincera si confieso que no quiero ser un bendito ángel caído del cielo para ayudar al mundo entero con sus oídos para escuchar, sus ojos para comprender, y su mano dispuesta a coger manos, sin embargo escucho, y miro, y me duele, tal vez por eso mi mano la doy tan solo a medias a quién a medias me da su mano.

He de confesar que no soy hipócrita, y siento gritarlo alto, no se puede querer un mundo entero.

Confieso que me agota confesar, que me acurruco y me pierdo. Confieso que confesaré a tus espaldas una y otra vez aquello que escribí en tu espalda, cuando las noches se llenaban de caricias, cuando confesaba lo que tanto miedo me daba confesar.


He de confesar...una y mil veces más, y de la una que queda atrás y de la mil que hoy confieso...

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