"Ochobre"


Ochobre… se van cerrando los días temprano, ya no son las nueve de la tarde, llegan las nueve de la noche, como sorprendiéndome, oscuridad anticipada, cada día robado un minuto al día. Avanza la noche en el día.
Ochobre…viene este año temprano, se pega a mi piel el invierno, se revuelven mis ganas de ganas. He dejado, de buscar arrullo en otros brazos, lo voy dejando, hoy por hoy, en este Ochobre a días caluroso, a días frío, he dejado de envenenarme, no quiero migajas, quiero los brazos que mi corazón , mi piel y este descentrado alma mía desean. No quiero cachitos, no quiero lo que mi piel empolvada quiere, porque busca egoísta, tan solo un abrigo de una noche, quiero lo que cada uno de mis sentidos buscan, ese abrigo que pega con todo, con mis días triste y mis más alegres mañanas, frías mañanas de Ochobre.
Quiero , que por querer no falte, despertar con ganas de ganas, y sí, definitivamente sí, hasta mi piel se ha vuelto exigente, ha dejado de querer ese abrigo de una noche, que posas en el sofá al entrar, ese abrigo que no vuelves a coger hasta que no vuelve el frío a instalarse dentro.
Ochobre… ha llegado extremadamente inconformista, no quiero esos besos que no hacen encogerse el estomago. Quiero morirme de vergüenza contigo, desnudarme de ella poco a poco contigo, quiero ese invierno dulce, no quiero quedarme en un invierno dulce.
Parece que mis pies te siguen buscando bajo los sueños, la otra noche, antes de que Ochobre llegase, desperté en mitad de mis sueños, y me sentí igual de sola que la primera noche sin ti, a pesar de no estar sola…ya no pude dormir…cerré los ojos fuerte, imagine intensamente que al abrirlos estarías allí, buscando mi abrazo. Abrí los ojos y no eras tú..mi piel, mi corazón y este descentrado , de nuevo, alma mía, dijeron por última vez adiós.
Ochobre … ha llegado a despertarme de mis remiendos, de mis abrigos de una noche. Fue suficiente recordar nuestro invierno dulce para saber qué no quiero, qué no espero.
Quiero enamorarme de la respiración que descansa a mi lado, quiero mi lado derecho para mí, quiero mi lado izquierdo para ti. Quiero morirme de frío al llegar para abrigarme entre tus brazos. Quiero acercarme a la chimenea, y sentir que si no me muevo, me quemo, quiero que me abraces por detrás para no quemarme , para quemarme contigo.

Ochobre… ha llegado con una despedida anunciada, porque nada me parece tan bueno como para pasar un invierno tan dulce, como aquel que ya se fue
.

Comentarios

Entradas populares