Echándote de menos, queriendo echarte de más.

Echándote de menos me voy, como triste y ojerosa se va la noche , esa noche que se pasa el alma en desvelo, desvelando la espera, que termina desesperando la piel falta ya de caricias,  de avance , de noticias, de alimento para el amor, que necesita comer cada día, caminar cada día, descansar en el abrazo de la otra mitad de un todo, que necesita una mirada, una caricia, un beso cada día al amanecer, cada noche, incluso después de esas noches tristes y ojerosas en las que el alma solloza por no encontrar el arrullo de los brazos de quien quiere sea su otra mitad. 

Más escucho el tintineo de mitades sin sus mitades, en busca del idealismo que buscamos , esas almas que creemos posible el AMOR con mayúsculas, temprano para muchos y tardío para otros tantos muchos más, esas que buscamos el compañero de camino,  de juegos, de sonrisas, lágrimas y sueños. Ese al que esperar al llegar a casa, ese que te espera para cuando eres tu la que más tarde llega, ese que se derrite por tu piel, que te dice, que te mima que le gusta que le digas , que le mimes, ese que quiere AMOR contigo, que siente AMOR contigo, ese que se muere porque te mueras por el, hoy, mañana y por siempre jamás.

Eso que hace muchos ciclos de mareas que suben y bajan que vienen y van yo no siento,un pacto de dos mitades que deciden construir un todo.

Y he dejado el enfado con el alma mío, he dejado de pegarle cada mañana por no saber, por no poder llegarle del todo, he dejado el enfado con el alma mío, para acurrucarlo yo misma, y volver a creer , que tengo todo y tanto , que para mi también hay ese AMOR que se escribe con mayúsculas, que yo misma seré ese AMOR que alguien escribirá con mayúsculas.

Echándote de menos me voy, como triste y ojerosa se va la noche , esa noche que se pasa el alma en desvelo, desvelando la espera de saber que yo no soy esa que creí ser.