Quisera.
Quisiera escribir bonito, como supe hacerlo no hace mucho tiempo, quisiera experimentar con mis letras las caricias que mas anhelo, las que más huella han dejado en mi piel, quisiera, envolverme en los abrazos que ya no están, y extraño, quisiera correr descalza por aquellas miradas furtivas que avivaban mi fuego, quisiera volver a mi romanticismo empedernido, en el que sé como gritar fuerte lo mucho que deseo un beso.
Quisiera que la escarcha de las mañanas, me diese argumentos, quitarme grados y traerme el frío para abrigar la dulzura que me provoca, quisiera darte argumentos en silencio. Quisiera bailar desnuda, y juguetear con las yemas de mis dedos en tu espalda, quedarme dormida entrelazada a tu cuerpo , con tu respiración en mi cuello, sin importarme que el mundo se rompa a mis pies, porque ya nos hemos roto juntos de tanto amor que acabamos de darnos.
Quisiera observar una mañana de niebla , y poder ver en ella todas las señales mágicas que antes siempre supe ver, sentir mi nariz fría, como va dejando de ser fría abrazada a tu caminar, conmigo.
Quisiera poder contar los lugares a los que quiero volver, emocionarme, volver a ellos y amar, sin pararme a pensar por qué estoy volviendo.
Quisiera saltar en tu sofá , en tu cama, subirme a tu espalda , abrazar tu cuello con mis brazos, y besarlo. Quisiera ver llover desde tú ventana , cerca del calor de la leña que tanto me apasiona ver consumiéndose , quisiera ver nevar, y sonrojarme si alguien me descubre disfrutando de tanta simpleza , como cuando era cría, y mi hermana se hacía mayor, y yo seguía en mi burbuja de, pequeña que no quiere crecer, y ella me miraba raro, porque yo seguía disfrutando de cada uno de mis juegos, cuando ella empezaba a jugar a otros juegos.
Quisiera, despertar por la mañana sin ninguna palabra bonita que decirte, solo con mis rizos alborotados , una sonrisa plena con morrines de mañana , la pestaña aún a medio abrir y un beso que regalarte. Un beso al que le sobren las palabras.
Quisiera mirarte y desear que te acerques, quisiera que te acercases, y desear que me abraces, quisiera que me abrazases, y desear que me ames, pecaminosamente, o dulcemente.
Quisiera saber que te voy a ver, esperar con las pulgas de mi estómago ese momento, y llenarte de todas aquellas caricias que quedaron huérfanas , de todos mis huérfanos besos, de todas mis huérfanas palabras. Quisiera decirte que voy a esperarte, pero ya no lo hago. Porque tengo el cuerpín frío, la nariz fría, las manos frías, los labios agrietados, mis letras afónicas, y una niña pequeña dentro de mi que quiere seguir jugando , que quiere ver en una mañana fría de niebla, la mañana más romántica del universo,.
Quisiera escribir bonito, como supe hacerlo no hace mucho tiempo, quisiera experimentar con mis letras las caricias que mas anhelo, las que más huella han dejado en mi piel, quisiera, envolverme en los abrazos que ya no están, y extraño, quisiera correr descalza por aquellas miradas furtivas que avivaban mi fuego, quisiera volver a mi romanticismo empedernido, en el que sé como gritar fuerte lo mucho que deseo un beso.
Quisiera que la escarcha de las mañanas, me diese argumentos, quitarme grados y traerme el frío para abrigar la dulzura que me provoca, quisiera darte argumentos en silencio. Quisiera bailar desnuda, y juguetear con las yemas de mis dedos en tu espalda, quedarme dormida entrelazada a tu cuerpo , con tu respiración en mi cuello, sin importarme que el mundo se rompa a mis pies, porque ya nos hemos roto juntos de tanto amor que acabamos de darnos.
Quisiera observar una mañana de niebla , y poder ver en ella todas las señales mágicas que antes siempre supe ver, sentir mi nariz fría, como va dejando de ser fría abrazada a tu caminar, conmigo.
Quisiera poder contar los lugares a los que quiero volver, emocionarme, volver a ellos y amar, sin pararme a pensar por qué estoy volviendo.
Quisiera saltar en tu sofá , en tu cama, subirme a tu espalda , abrazar tu cuello con mis brazos, y besarlo. Quisiera ver llover desde tú ventana , cerca del calor de la leña que tanto me apasiona ver consumiéndose , quisiera ver nevar, y sonrojarme si alguien me descubre disfrutando de tanta simpleza , como cuando era cría, y mi hermana se hacía mayor, y yo seguía en mi burbuja de, pequeña que no quiere crecer, y ella me miraba raro, porque yo seguía disfrutando de cada uno de mis juegos, cuando ella empezaba a jugar a otros juegos.
Quisiera, despertar por la mañana sin ninguna palabra bonita que decirte, solo con mis rizos alborotados , una sonrisa plena con morrines de mañana , la pestaña aún a medio abrir y un beso que regalarte. Un beso al que le sobren las palabras.
Quisiera mirarte y desear que te acerques, quisiera que te acercases, y desear que me abraces, quisiera que me abrazases, y desear que me ames, pecaminosamente, o dulcemente.
Quisiera saber que te voy a ver, esperar con las pulgas de mi estómago ese momento, y llenarte de todas aquellas caricias que quedaron huérfanas , de todos mis huérfanos besos, de todas mis huérfanas palabras. Quisiera decirte que voy a esperarte, pero ya no lo hago. Porque tengo el cuerpín frío, la nariz fría, las manos frías, los labios agrietados, mis letras afónicas, y una niña pequeña dentro de mi que quiere seguir jugando , que quiere ver en una mañana fría de niebla, la mañana más romántica del universo,.
Quisiera escribir bonito, como supe hacerlo no hace mucho tiempo, quisiera experimentar con mis letras las caricias que mas anhelo, las que más huella han dejado en mi piel, quisiera, envolverme en los abrazos que ya no están, y extraño, quisiera correr descalza por aquellas miradas furtivas que avivaban mi fuego, quisiera volver a mi romanticismo empedernido, en el que sé como gritar fuerte lo mucho que deseo un beso.
