"¿Los Chicos No Lloran?"




Tengo un amigo triste, tengo un amigo muy loco, divertido, creativo y risueño, triste. Desde que llegó su mensaje esta mañana no dejo de pensarle. He pasado el día en la oficina dándole vueltas a su estado.
Se dice, se comenta, que los hombres por naturaleza son fuertes, que no creen en bobadas de niñas, en sentimientos más allá de lo racional, tal vez yo he encontrado muy pocos en mi camino que tengan esa condición especial de decir en voz alta , hoy estoy triste porque tengo el corazón partido en dos. Por lo que, aunque no debería ser así, me sorprende esa naturalidad, y me llena de ternura.


“Si pudiese decirte con mis palabras que el tiempo es sabio y todo lo cura te lo diría, esa es una realidad que sirve de poco cuando nos parten el corazón. Si pudiese decirte que cuando el tiempo pase, tus cicatrices sanen y tu mente ya no te juegue malas pasadas, vivirás el amor de una manera tan intensa como la última vez, si pudiese decírtelo , te lo diría, pero yo estoy en ese estado de pasar página, así que , aunque lo sé de buena tinta, aún no puedo volver a decirlo.
Si te estampas contra el suelo, al levantarte, una vez bien erguido, llevaras el peso del miedo a volver a caer, y seguramente te lances, lleno de ilusión, de ganas de volver a... porque la vida es así , es un camino de volver a empezar una y otra vez cuando las historias se suceden y ninguna de ellas es “tu Historia”. Tal vez lo sencillo es cerrarse en banda, pero nada que ver, ese es solo el primer paso hacía el siguiente paso, nadie puede cerrarse en banda, bueno, supongo que hay gente que sí, pero eso es como quedarse inerte, y no creo que seas de esos que por una batalla perdida se retiran, déjame dudarlo.
Todos hemos pasado alguna vez por una caída de esas que te dejan la cara hecha un Cristo, de esas de…no vuelvo a poner la otra mejilla por mucho que algunos se empeñen en decir, que ese Cristo casi lo ordeno hace millones de años luz, “pondrás la otra mejilla”… una mierda, pero terminas sanando las rojeces, las heridas, y vuelves a poner, no una sino las dos mejillas, y el corazón ,y la piel, y…y en realidad, aunque con más miedo que la ultima vez, te comes el mundo cuando el amor lo llena todo de nuevo, solo es necesario encontrar a la persona que deje fluir tus impulsos.

No creo en ese “puedo vivir sin amor”, tampoco en ese “puedo vivir sin pasión”, ni tan si quiera en ese “puedo vivir sin sexo”, estamos de acuerdo en que lo ideal es tenerlo todo, absolutamente todo, pero en el camino, uno debe ir dejando paso a otras caricias, a otros besos, a otros juegos, y , aunque no encuentres lo que tenías con esa “persona”, es una manera maravillosa de dejar que te mimen, que te quieran, es un derecho adquirido desde que somos niños, el derecho a ser querido, el derecho a querer, y cuando crecemos tenemos un derecho casi tan importante como ese, el derecho a empezar de nuevo.
A veces tomamos el camino equivocado, o no, solo que a veces el camino que funciona con según que historias, no funciona con según que otras, por lo que poner tierra de por medio, a veces no funciona, porque llega el momento del reencuentro, (siempre llega), y se agolpan todas las sensaciones, caricias, besos, juegos, sueños, e ilusiones que tu corazón creo con esa “persona”, y, amigo, o te pilla con el “amor de tu vida en el corazón”, o te caes con todo el equipo, por mucho que ya hayas dado el paso de dejar que te mimen , que te quieran, otras personas ajenas a esa “persona” . Volver a mirarte en los ojos que deseas, después de mucho tiempo puede hacerte retroceder todo el camino recorrido. Así que a veces, escapar, no funciona, y te lo dice una que entiende de escapismo.
Querer, desear, amar, a veces duele, ¿verdad?, pero es maravilloso sentirlo cuando estás en ese momento mágico de “el mundo me importa un bledo”.
Nadie dijo que fuese fácil ser un idealista sin remedio, nadie dijo que fuese fácil soñar, pero lo cobarde es conformarse con no sentir plenamente, los altos vuelos, y las ostias desde muy alto.
Pasara, pasara, y tal vez entonces, te habrá perdido para siempre, y esa ostia es mucho más dolorosa que haber querido con todas las consecuencias.”

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