"Sofocante"

Sofocante calor, bien venido seas, bien hallado en cada poro de mi piel. Traes a mí, la frescura hipócrita del sol, frescura que me das, con tu calor asfixiante. Matizas mis extremos, matizas el tono de mi piel, haciendo brotar en ella inmensidad de pequinas, que brillan con la intensidad de las estrellas que la visten, son mis lunares estrellas que contar, que deseo que cuenten, de uno en uno, o atragantándose con ellos.

Sofocante delirio que mana de mi mente, te pienso, sin querer hacerlo , y me sorprendo echando al olvido mi último amor de verano, mi último aliento antes de volver a dejar que se abran las alas a mi espalda, ya casi sin ti.

Imagino quién vendrá a romper mis moldes, ese que a veces deja su miguita de pan para que no lo olvide, ese que regresa después de años de lejanía, de desconocimiento mutuo, ese que se empeña en decirme de un tiempo a esta parte que sigo siendo la misma preciosidad que cuando mis diecisiete irrumpieron en su vida, tal vez no sea ninguno de los tantos o cuantos que se empeñan en adularme, en mimar mis oídos, ¿quién volverá a decirme cariño?, hace cábalas mi imaginación, mientras mi corazón se sacude el polvo… ¿quién va a prometerme la luna por enésima vez? , si rompe mis moldes, creeré con firmeza que me enseñara la luna, porque querer no la quise nunca, solo quiero llegar a ella, y volver, y saber llegar una y otra vez.

Sofocante calor, bien venido seas, bien hallado en cada poro de mi piel. Pues es tu llegada la que sabe de hacerme sentirme libre, llena de magia, llena de ilusión, llena de ganas de atragantarme con la vida, aunque a veces me duela. Que quiero nervio de mañana, que quiero sentir el corazón a mil, dormido no brilla, y lleva de más en ese estado tan , tan , tan poco yo.

Imagino, imagino que ya no quiero crear planes, quiero hacerlos, quiero hacerlo todo, sin importar si está mal, si está bien, si alguien puede sentirse herido, no tengo a nadie del otro lado de mi mano, por lo que nadie debe sentirse herido si regalo mis manos, mis caricias, mis deseos, mi pasión, mis sueños, mis ganas de comerme a bocados los días, las noches. Y a pesar de que aún tu recuerdo se aferra al bajo de mi falda, voy a seguir caminando, pisando, fuerte y rotunda, porque mis pequinas se merecen besos, y mis lunares alguien mágico que sepa contarlos, de uno en uno, o atragantándose con ellos.

Sofocante calor, bien venido seas, bien hallado desde el confín de mis piernas , hasta el umbral de mi melena.

Comentarios

Entradas populares