De Soplar o no Soplar"
Llueve…tengo una lista de deseos por pedir, tienen polvo, soplo, polvo, no me viene bien el autobús, no me viene tan mal, la maquinaria empieza a funcionar, vuelvo atrás, de cuando sueñas despierta pequeña Lory, encaminados tus pasos a la escuela, es buen tiempo para dar un último repaso, y la mente se escapa.
Han pasado los años, ahora el coche me hace soñar lo justo mientras conduzco, tengo atascos, semáforos, y poco más, mi “soñar despierta” es un acto que no es productivo últimamente, me he dado cuenta de miedos que antes no existían, según quién me importa o no que se sienten a mi lado en el autobús, según quién, me siento en el metro o me quedo de pie, acurrucada en la puerta, no me gusta que me toquen, no me importa que me miren, pero no me gusta el contacto físico con desconocidos, así que mi fortaleza queda custodiada por las puertas detrás de mí, y el bolso me cubre el pecho, tengo cubiertas las espaldas y el corazón, nadie alcanza…el metro es un buen lugar para dejar la mano suelta, es un mal lugar para quedarte en medio de la tormenta y asumir riesgos…hoy nadie saca la cara por nadie.
Espero lejos del borde del andén, he descubierto el miedo a los locos, me vengo sintiendo insegura…y eso es algo que antes sabía bien como controlar, algo parece estar cambiando en mí.
La princesa se siente pequeña y desprotegida, con sus millones de deseos llenos de polvo, ¿soplo fuerte o no?.
Tal vez es la falta de una buena dosis de mimos, pero de un tiempo a esta parte no dejo de darle vueltas, ¿soplo fuerte o no? intento recordar la última vez que sufrí una maravillosa dosis de romanticismo hacía mí, hacia mi piel, hacia mis ojos, mis labios, hacia el aire que respiro, y no logró encontrar un acto tan desmesuradamente romántico en mis recuerdos más recientes…casi ni en los más lejanos. He de irme, he de marchar mucho tiempo atrás…los hallo y siento envidia de mi misma..pero hace mucho tiempo, mucho, que nadie ha sido capaz de darle la vuelta a mi estomago, y dejarme KO.
¿Recuerdas cuando me dejabas todo lleno de mensajes en posit?, creo que ese fue el último acto romántico que recuerdo, aún guardo alguno, recuerdo despertar cuando ya no estabas, cuando yo tenía que marchar, y encontrarlos, como trocitos de un corazón que desea llenar otro corazón, siempre me ha gustado la palabra escrita, y me llenaba de amor, descubrir tus emociones en el espejo del baño.
Después ha habido más, he enloquecido aún más que contigo , se que te encantaría saber que me han sabido querer, que me han hecho sentir especial, pero debe ser una constante en mi vida, me han querido mucho más cuando no me tenían, cuando me perdían, que cuando estaba allí , in situ, con las manos extendidas y el corazón en ellas. Y definitivamente se activa el mecanismo de huida cuando no me siento especial…tal vez ese fue el motivo de mi última huida. No digo que no me hayan querido, que lo han hecho, pero no me han vuelto a hacer sentir que era la única estrella del universo, y termino marchando, aún cuando sé que quiero demasiado como para irme, termino escapando, porque afortunadamente no soy conformista, como tú bien sabes.
Ahora aquí me tienes, medio liada con mis ganas de mimos, pero no de mimos de los que te da el primero que llega a meta, de eso hay mucho, y también cansa, por lo menos yo estoy cansada ,de un tiempo a esta parte no he podido dejar que nadie atravesase la barrera entre mis emociones, mis locuras, y mi amor, no he sabido, o no he querido dejar entrar a nadie para quedarse, solo de paso, y de paso significa no querer escuchar determinadas palabras, prohibidas las promesas, los “cariño”, los “te quieros”, prohibido cualquier acto que implique implicarse en sentimientos profundos ,cualquier acto que implique amar, pero ya está bien ¿no?.
Quiero que el corazón me golpee el pecho como si fuese a salir corriendo, quiero mi historia llena de emociones, de besos, de lunas y estrellas, quiero volver a pedir deseos…. Y ahora no sé, estoy en ese momento de no mirar atrás y empezar de cero, y no sé, si me pesa lo que tengo que dejar atrás, o si me pesan más mis ganas de volverme loca. Estoy en ese instante en el que un día estuve contigo ,en el de dejarme llevar lejos de lo que se ha quedado en el camino o no, contigo fue tan fácil, ya sé, ya sé que sonara malévolo, pero fue tan fácil dejarte atrás sin pensarlo, porque siempre creí que lo que estaba sucediendo era mágico y maravilloso, volvería a apostar por él, te lo aseguro, por eso fue tan fácil ponerme el mundo por montera con él, sin importarme nada más allá. Cierto es también , que nosotros ya habíamos tenido nuestro tiempo de sutura, ya nos queríamos para siempre, como nos queremos hoy.
Con los años se llena todo de miedos, de pasitos pequeños, y yo me siento aún más niña de lo que he sido siempre, tengo miedo a que me regalen la luna, hace tanto tiempo que nadie me dice , solo tienes que pedir un deseo, y tu deseo será concedido… que ahora no se qué hacer ,tengo los deseos llenos de polvo, no sé si soplar fuerte…
Y ahora que llueve , y casi llega el verano, quiero dejar que mis impulsos me lleven donde quieran, vuelvo a soñar despierta, me siento pequeña y princesa, y aunque tenga miedo, quiero que no se muera el romanticismo, porque sin él, el amor no es lo que era.
Han pasado los años, ahora el coche me hace soñar lo justo mientras conduzco, tengo atascos, semáforos, y poco más, mi “soñar despierta” es un acto que no es productivo últimamente, me he dado cuenta de miedos que antes no existían, según quién me importa o no que se sienten a mi lado en el autobús, según quién, me siento en el metro o me quedo de pie, acurrucada en la puerta, no me gusta que me toquen, no me importa que me miren, pero no me gusta el contacto físico con desconocidos, así que mi fortaleza queda custodiada por las puertas detrás de mí, y el bolso me cubre el pecho, tengo cubiertas las espaldas y el corazón, nadie alcanza…el metro es un buen lugar para dejar la mano suelta, es un mal lugar para quedarte en medio de la tormenta y asumir riesgos…hoy nadie saca la cara por nadie.
Espero lejos del borde del andén, he descubierto el miedo a los locos, me vengo sintiendo insegura…y eso es algo que antes sabía bien como controlar, algo parece estar cambiando en mí.
La princesa se siente pequeña y desprotegida, con sus millones de deseos llenos de polvo, ¿soplo fuerte o no?.
Tal vez es la falta de una buena dosis de mimos, pero de un tiempo a esta parte no dejo de darle vueltas, ¿soplo fuerte o no? intento recordar la última vez que sufrí una maravillosa dosis de romanticismo hacía mí, hacia mi piel, hacia mis ojos, mis labios, hacia el aire que respiro, y no logró encontrar un acto tan desmesuradamente romántico en mis recuerdos más recientes…casi ni en los más lejanos. He de irme, he de marchar mucho tiempo atrás…los hallo y siento envidia de mi misma..pero hace mucho tiempo, mucho, que nadie ha sido capaz de darle la vuelta a mi estomago, y dejarme KO.
¿Recuerdas cuando me dejabas todo lleno de mensajes en posit?, creo que ese fue el último acto romántico que recuerdo, aún guardo alguno, recuerdo despertar cuando ya no estabas, cuando yo tenía que marchar, y encontrarlos, como trocitos de un corazón que desea llenar otro corazón, siempre me ha gustado la palabra escrita, y me llenaba de amor, descubrir tus emociones en el espejo del baño.
Después ha habido más, he enloquecido aún más que contigo , se que te encantaría saber que me han sabido querer, que me han hecho sentir especial, pero debe ser una constante en mi vida, me han querido mucho más cuando no me tenían, cuando me perdían, que cuando estaba allí , in situ, con las manos extendidas y el corazón en ellas. Y definitivamente se activa el mecanismo de huida cuando no me siento especial…tal vez ese fue el motivo de mi última huida. No digo que no me hayan querido, que lo han hecho, pero no me han vuelto a hacer sentir que era la única estrella del universo, y termino marchando, aún cuando sé que quiero demasiado como para irme, termino escapando, porque afortunadamente no soy conformista, como tú bien sabes.
Ahora aquí me tienes, medio liada con mis ganas de mimos, pero no de mimos de los que te da el primero que llega a meta, de eso hay mucho, y también cansa, por lo menos yo estoy cansada ,de un tiempo a esta parte no he podido dejar que nadie atravesase la barrera entre mis emociones, mis locuras, y mi amor, no he sabido, o no he querido dejar entrar a nadie para quedarse, solo de paso, y de paso significa no querer escuchar determinadas palabras, prohibidas las promesas, los “cariño”, los “te quieros”, prohibido cualquier acto que implique implicarse en sentimientos profundos ,cualquier acto que implique amar, pero ya está bien ¿no?.
Quiero que el corazón me golpee el pecho como si fuese a salir corriendo, quiero mi historia llena de emociones, de besos, de lunas y estrellas, quiero volver a pedir deseos…. Y ahora no sé, estoy en ese momento de no mirar atrás y empezar de cero, y no sé, si me pesa lo que tengo que dejar atrás, o si me pesan más mis ganas de volverme loca. Estoy en ese instante en el que un día estuve contigo ,en el de dejarme llevar lejos de lo que se ha quedado en el camino o no, contigo fue tan fácil, ya sé, ya sé que sonara malévolo, pero fue tan fácil dejarte atrás sin pensarlo, porque siempre creí que lo que estaba sucediendo era mágico y maravilloso, volvería a apostar por él, te lo aseguro, por eso fue tan fácil ponerme el mundo por montera con él, sin importarme nada más allá. Cierto es también , que nosotros ya habíamos tenido nuestro tiempo de sutura, ya nos queríamos para siempre, como nos queremos hoy.
Con los años se llena todo de miedos, de pasitos pequeños, y yo me siento aún más niña de lo que he sido siempre, tengo miedo a que me regalen la luna, hace tanto tiempo que nadie me dice , solo tienes que pedir un deseo, y tu deseo será concedido… que ahora no se qué hacer ,tengo los deseos llenos de polvo, no sé si soplar fuerte…
Y ahora que llueve , y casi llega el verano, quiero dejar que mis impulsos me lleven donde quieran, vuelvo a soñar despierta, me siento pequeña y princesa, y aunque tenga miedo, quiero que no se muera el romanticismo, porque sin él, el amor no es lo que era.
Comentarios