En tu escondite … que no es otro que el mío.



Lo guardo, con mimo y cuidado, no como quien guarda su mejor vajilla, ni como quien guarda sus mejores joyas, no como quien guarda limpio su coche en el garaje, impoluto, ni su Ipad, o su teléfono móvil de ultima generación, no , no lo guardo así, yo lo guardo como un susurro que se dice bajito y suave al oído, como una caricia a destiempo en la nuca, lo guardo como ese beso que nunca se da, pero se imagina,  ese aliento que quieres sentir en tu espalda, bajo las sabanas, de noche, acompañado de unos brazos que se amarran fuerte a tu cintura, lo guardo así, con ese mimo.


Lo guardo con locura y picardía, no con esa locura que puedas imaginar, con la mía, con esa locura tan mía y tuya, esa que desconozco y desconoces, pero intuyes, tal vez nunca llegues a bañarte en ella, a bañarme en ella, tal vez no sea lugar para acurrucarse tu distancia o la mía, tal vez no somos, pero somos, y ahí, en ese lugar que desconocemos, ese lugar en el que si somos dos que se acurrucan, ahí es donde lo guardo yo, con locura y picardía, entre mis ganas de ganas, mi desvelo, mi imaginación y esa atracción de piel con piel que desconozco y siento, como si ya hubiese sucedido algo mas allá de ese, nuestro escondite.


Puedo confesar entre el mimo, el cuidado , la locura y la picardía, que tal vez te dejé entrar a mis sueños, tal vez es la soledad la que dejó que entrases a jugar conmigo,  y he sido muy dulce, lo he sido mucho, y he sido muy perversa, también lo he sido y mucho, no he dejado ningún rincón por pasear, he bailado entre tus brazos, y tu sonrisa ha vestido mi piel, hemos sido sueño en mis sueños, magia en mis pasos, descalzos, puedo confesar entre tanto todo , que te guardo, que me guardo , en tu escondite … que no es otro que el mío.

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